Cuando se habla de cirugía, en nuestra mente suele aparecer, de manera inmediata, la palabra quirófano. Pero… ¿siempre es necesario o existen otros tipos de cirugía? La respuesta es no, en absoluto, de echo la mayor parte de las intervenciones bucales donde se precisa de cirugía se realizan en la clínica dental y no en el quirófano de un hospital.
La cirugía bucal está indicada, principalmente, para:
– Colocación de implantes
– Extracción de cordales (también conocidas como muelas del juicio)
– Extracción de restos de raíces de dientes fracturados,
– Eliminación de granulomas o quistes en zonas periapicales (es decir, cerca de raíces dentarias)
– Extirpación de quistes maxilares
– Eliminación del frenillo labial o lingual
– Extirpación de glándulas salivales.
Y siendo necesaria una intervención de este tipo porque suframos alguna de estas dolencias, seguramente queramos saber cuáles son los resultados. El porcentaje de éxito varía en función del tipo de tratamiento a realizar y de las manos o cualificación del profesional que la realice. En general, suele rondar 98,6%. Y en Clínica Riladent tratamos de llevar a cabo y conseguir el 100%, y la plena satisfacción del paciente.
El procedimiento a seguir en Clínica Riladent para la cirugía bucal suele ser estandarizado, como en cualquier clínica dental. E implica:
– Anestesia previa
– Incisión de encía y su despegamiento
– Extirpación de tejidos patológicos o sobrantes, si procede.
– Sutura de la encía.
Todo un proceso que ponemos en manos de nuestra doctora Lidia Márquez Rodríguez.
Y ahora nos preguntaremos… ¿qué tiempo de recuperación necesita el paciente tras este tipo de intervenciones y qué dolencias son las más frecuentes?
Todas las intervenciones quirúrgicas implican una serie de riesgos e inconvenientes que son inevitables y que debemos asumir. No suelen tener mayores repercusiones y se curan al cabo de pocos días tras la cirugía bucal.
En Clínica Riladent hemos reducido esos días, a horas tras la intervención, debido a la alta cualificación del personal, equipos de última tecnología y grandes avances en materiales novedosos, que simplifican esas molestias.
Las más frecuentes, suelen ser las derivadas de la anestesia, la aparición de dolor e inflamación en la zona tratada, pequeñas hemorragias o hematomas, sobreinfección de las heridas por gérmenes de la boca y pequeños daños en los tejidos blandos que rodean la zona. Pero nada preocupante que no tenga remedio o solución.
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